CHARLESTON — El pasado 4 de octubre, el Señor Obispo Robert J. Baker y la Madre Olga Alvarez, de la Congregación de las Hermanas del Corazón de Jesús Sacramentado, firmaron el documento que establece el primer convento de la orden en la diócesis. La ceremonia tuvo lugar en la residencia del obispo. Entre los presentes estuvo Monseñor James A. Cárter, Vicario General, la Hermana de la Pobreza Susana Schorsten, Coordinadora Religiosa; la Hermana de la Caridad Lupe Stump, Coordinadora del Ministerio Hispano para la diócesis, la Hermana Anne Francis Campbell, Superiora General de las Hermanas de la Caridad de Nuestra Señora de las Mercedes y Monseñor Thomas X. Hofmann, Vicario Judicial para la diócesis.
El documento también fue firmado por el Padre Rick LaBrecque, Pastor de St. James en Conway, donde las hermanas van a residir, y la hermana Carmen Evangelista Meza, Superiora Regional. También estuvieron presentes los otros miembros de la comunidad de Conway, Hermanas Conchita Antunez Solis, y Elizabeth Zarate Bernal.
El evento fue la culminación de un largo proceso de común discernimiento en la búsqueda de una respuesta al rápido crecimiento de los hispanos católicos en Carolina del Sur. Un estimado bastante acreditado arroja un número de hispanos de 150.000. Esta cifra es igual al número de personas de habla inglesa en la diócesis. En varias áreas de este estado, los sacerdotes y el personal de la iglesia han intentado proveer Ministerios Pastorales y de Acercamiento. La Misa se celebra ahora en español con regularidad en más de veinte sitios.
Hace dos años, la Hermana Conchita, junto con la Hermana Amalia García, llegaron de México para visitar a sus familiares en un pueblo llamado en ese entonces Turbeville. Esto las llevó a comunicarse con el Ministerio Hispano de St. Philips en Lake City. El resultado fue un período de ministerio voluntario tanto en Lake City como en Conway y Loris. Al año siguiente, las hermanas volvieron a prestar el mismo servicio por un período de varios meses.
El Padre LaBrecque comentó la situación con el obispo Baker y, con su aprobación, viajó en marzo a Guadalajara, México, para entrevistarse con las autoridades de la congregación. La Madre Olga y el Consejo General fueron receptivos, pero también identificaron la realidad de un limitado número de hermanas para atender la demanda creciente en el país y en el extranjero, dijo el Padre LaBrecque. Además de servir en varias localidades de México, un número de hermanas de esta congregación de 350 miembros se halla en otras misiones en Perú, Angola y dos localidades de California.
La orden fue fundada en 1918 por el Padre de la diócesis, Presbítero José María Robles, con la misión de atender las necesidades de la Iglesia, especialmente en las áreas de mayor necesidad. El Padre Robles murió en 1927 durante la Revolución Mexicana. En mayo de ese año fue canonizado por el Papa Juan Pablo II junto con otros 25 mártires mexicanos.
En abril, dos Consejos Generales de la congregación visitaron la diócesis y estuvieron de acuerdo en que había una gran necesidad. Al final aceptaron el llamado y asignaron tres hermanas. Ellas van a vivir en Conway y a trabajar en las parroquias de St. James en Conway, St. Cyprian en Georgetown, y St. Philip en Lake City.
“Todas esas áreas son muy pobres y no están en condiciones de sostener más personal pastoral”, dice el Padre LaBrecque. “De cierta manera, este movimiento ha fortalecido en forma significativa la fe de todas las personas involucradas”. El proyecto está recibiendo contribuciones del Fondo de Desarrollo de la Diócesis, regalos de varias fundaciones, y donativos privados. Las Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad han hecho una importante donación, y las siguientes parroquias han hecho donaciones también: Stella Maris en Sullivan’s Island, St. Michael en Garden City, St. Ann en Florence, St. Andrew’s en Myrtle Beach, y las Iglesias de St. James y Resurrección.
El Padre LaBrecque dice: “Aun tenemos que enfrentarnos al reto de lograr el sostenimiento continuo de las hermanas y su ministerio”. También agregó que entre los artículos de inmediata necesidad figura la escasez de vehículos en buen estado.
Las hermanas Carmen y Elizabeth han servido ambas en misiones de la congregación en un área indigente de Lima, Perú. La hermana Conchita es veterana de la misión en Angola, Africa Occidental.
“El Padre LaBrecque dice: Ellas están muy entusiasmadas con la nueva fundación, la cual consideran una misión verdadera, ayudándole a la Iglesia local a satisfacer las necesidades de una nueva población de inmigrantes cuyo crecimiento es nuevo y rápido.”
En la actualidad, ellas están desarrollando planes con el personal pastoral de otras parroquias donde van a ir a prestar servicio. También participan en clases de inglés como segundo idioma en la Escuela Superior Socastee, y atienden sesiones de inglés con un tutor privado.
Todo fondo o donación para este ministerio puede ser enviado a través de las hermanas a cargo de la Iglesia St. James Church, 1071 Academy Dr., Conway, SC 29626.