Por JORDAN MCMORROUGH
NORTH CHARLESTON — En un Estado en el que la población hispana crece aceleradamente, el ministerio para la gente que habla español se ha convertido en una prioridad para el personal de la iglesia en Carolina del Sur. Cerca de 70 representantes de todo el Estado Palmetto se reunieron el 30 de abril en la Iglesia de Santo Tomás, El Apóstol, a fin de revisar metas y objetivos para ayudar en la formulación de un plan pastoral para el Ministerio Hispano. También se escucharon las reflexiones hechas sobre este tema por el Obispo Robert J. Baker.
Desde el otoño pasado, treinta y tres personas involucradas en el Ministerio Hispano comenzaron a reunirse a fin de desarrollar un plan para la diócesis y sus parroquias. El pasado septiembre se formuló la declaración de percepciones, y para noviembre ya se habían establecido metas. Finalmente, los objetivos y estrategias para lograr dichas metas fueron discutidos en enero. Durante la sesión del pasado lunes para escuchar ideas, la Hermana Laura Lesniak de la Misión Sagrada del Espíritu Santo en Laurens, Auxiliar para la vida en parroquia, hizo una presentación general sobre la manera en que el plan se desenvuelve. Las conferencias fueron conducidas todas en inglés y español. Refiriéndose al aumento del número de hispanos en Carolina del Sur, la Hermana Lesniak dijo: “Ellos tienen fe y el deseo de ser parte de la iglesia. Es importante que desarrollemos un plan. Todos debemos empezar con una perspectiva del ministerio, empezando siempre con base en la persona. Necesitamos reconocer que la gente que habla español proviene de una gran variedad de culturas”.
La Auxiliar para la vida en parroquia habló también con énfasis sobre la necesidad de identificar y preparar líderes dentro de la comunidad hispana. “Pídanle a la gente que comparta su fe”, dijo la hermana Lesniak, “y comprométanse a un esfuerzo dedicado de la Iglesia de Carolina del Sur hacia su crecimiento y adaptación”.
El Padre Rick LaBrecque, Pastor de la Iglesia de San Jaime en Conway, y el Padre Filemón Juya, quien trabaja con el Ministerio Hispano en el área de Columbia, hicieron una presentación detallada acerca del plan del Ministerio Hispano. La declaración de percepciones que se desarrolló para el documento, dice: “Creemos que el Ministerio Hispano promueve el respeto hacia la identidad y el talento de cada persona y cada cultura. Creemos que el Ministerio Hispano promueve la integración entre la gran variedad de gentes y culturas hispanas y, al mismo tiempo, con todas las diferentes comunidades de la parroquia. Creemos que el Ministerio Hispano precisa de líderes fuertes de la comunidad, la colaboración generosa de talento, tiempo y caudal, la creación de una red de conexiones, y la promesa de un continuo crecimiento y adaptabilidad”.
A continuación los dos sacerdotes hablaron sobre las cinco metas para el Ministerio Hispano surgidas de la identificación de prioridades de cada deanato durante las reuniones de noviembre. Dichas metas son:
1) Proveer servicios que respondan a las necesidades espirituales de todos los feligreses, tales como la Misa, los sacramentos, servicios litúrgicos y culturales, catequesis para todas las edades, y actividades que promuevan la vida de la familia dentro de la parroquia.
2) La divulgación mediante la provisión de servicios y de evangelización, a través de pequeñas comunidades eclesiásticas. “La ayuda consistiría no sólo en la reparación de necesidades espirituales inmediatas, sino en una ayuda genuina de divulgación tal como el conectar a las personas con servicios sociales o agencias del gobierno”, dijo el Padre Juya.
3) Establecer un Consejo de Liderato Hispano de la diócesis integrado por personal pastoral y laico, para efectos de colaboración, planeamiento, mutuo respaldo, etc. De acuerdo al Padre LaBrecque, este tipo de grupos se ha reunido en años pasados, y el sacerdote agregó que las reuniones le habían parecido muy instructivas.
4) El establecimiento de un plan pastoral efectivo para todos los grupos de la iglesia, con énfasis especial en la evangelización
5) Escuchar la formulación de percepciones del Ministerio Hispano del Obispo Robert J. Baker, a nivel de diócesis y de parroquia (carta pastoral).
Durante sesiones de diálogos entre pequeños grupos a la hora del almuerzo, se pidió a los participantes identificar en el plan aquello que les inspira esperanza, lo que les inquieta, y lo que encuentran que hace falta.
Entre los grupos había esperanza relacionada con el número de participantes en el proceso y el hecho de que muchas parroquias ya están llevando a cabo partes de la pastoral. También encontraron como nota positiva la presencia del obispo y el personal de la diócesis. Entre las inquietudes se citaron la escasez de sacerdotes, la necesidad de crear respaldo parroquial, la educación sobre diversidad cultural, la falta de componentes de control sobre claridad y medición, y el temor de que el plan permanezca sólo como un documento. Muchas de las preocupaciones fueron mencionadas nuevamente en el momento de discutir lo que hacía falta en el documento. Algunos miembros de los pequeños grupos manifestaron preocupación por la necesidad de ideas concretas para programas, especificaciones, el reclutamiento de más sacerdotes hispanos, la formación de lideratos, estrategias, agendas, ejecución de ideas, e insuficiente énfasis sobre la juventud.
En sus palabras de clausura, el Obispo Baker manifestó con firmeza “Es importante que el plan sea puesto en efecto y no simplemente que se escriba para descartarlo más tarde. El día de hoy se han tendido cimientos maravillosos. Tenemos ahora un lindo modelo para todos los ministerios étnicos de la diócesis”.
El obispo también reconoció que la mayoría de los participantes en la sesión para escuchar ideas, habían estado prestando calladamente y por años servicios de voluntariado. “Este plan no será ejecutado hasta tanto no se involucre a los voluntarios. Ellos son los que nos van a ayudar a ponerlo en práctica. Su participación en lo que estamos haciendo es de importancia vital”, dijo él.
El Obispo Baker destacó la necesidad de ser receptivo a las diferencias culturales, agregando que la iglesia está llamada a ser sensible a la diversidad étnica. “Dios nos creó individuos con diferentes procedencias étnicas”, dijo el obispo, mientras recalcaba la necesidad de entrenamiento de líderes en el área de la diversidad cultural.
La Hermana de la Caridad Lupe Stump, directora saliente del Ministerio Hispano, fue reconocida por el obispo “por unir estas fuerzas de manera tan maravillosa”. La monja recibió a continuación una gran ovación. El Obispo también aseguró a los asistentes que Kathleen Merritt, nueva Directora de Ministerios Etnicos de la Diócesis, continuará el trabajo del plan pastoral como una de sus obligaciones.
Traducido por Aída Hernández para The Miscellany.