WASHINGTON – En las anécdotas de la perseverancia y fe, es difícil superar la dedicación de un grupo de jóvenes católicos de la diócesis de Brownsville, Texas.
Bajo la amenaza de un huracán y en medio de una pandemia, un grupo de 13 jóvenes siguió adelante con planes para recibir el sacramento de la Confirmación el 26 de julio, un acontecimiento que ya se había retrasado a causa del coronavirus.
El obispo de Brownsville Daniel E. Flores dijo que se había mantenido constantemente en contacto con el párroco de la Parroquia San Felipe de Jesús a medida de que partes de Texas, incluyendo el Valle del Río Grande, estaban pasando por la amenaza del huracán Hanna, que tocó tierra en la costa del Golfo en el sur de Texas el 25 de julio, causando extensos daños.
“Me estaba comunicando con el párroco y dijo, bueno, que todo está bien (en la parroquia) y ahí están, todavía participando y dije, pues, ‘Ahí voy'”, dijo el obispo Flores en una entrevista telefónica con Catholic News Service el 27 de julio.
Aconsejaron al grupo, igual que a otros, a mantener un grupo pequeño de asistentes, algo no muy visto en una cultura que está acostumbrada a celebrar tales momentos religiosos importantes con familia extendida presente, pero cumplieron. Habían ramas caídas por el camino y no había electricidad en muchos lugares, pero llegaron.
“Platiqué con los jóvenes, sus familias, tomamos la foto en grupo, con las distancias, pero, muy contentos, muy alegres”, dijo Mons. Flores. “Nos están enseñando algo de la ayuda de Dios, que el Espíritu Santo nos da la fuerza y el ánimo para seguir la lucha de la vida y proteger a los más vulnerables”.
Con mascarillas, posaron para la foto con su obispo, algo que él mismo puso en Twitter al día siguiente, diciendo cómo “después de un huracán y en medio de una pandemia, llegaron para recibir el sacramento de la Confirmación esta tarde” y “esto en sí mismo es un signo de la fuerza del Espíritu Santo”.
Como cientos de otros jóvenes en la diócesis –y por todo el país– habían estado esperando para recibir el sacramento, pero seguir las orientaciones de salud y mantener los eventos con números reducidos de personas ha sido prioridad para la diócesis que busca mantener a todos sanos durante la pandemia, dijo el obispo Flores. Esto ha hecho que su calendario, y el del obispo auxiliar de Brownsville, Mario A. Avilés, se encuentre bien ocupado.
Pero la perseverancia, como los huracanes, no es algo raro en la gente del valle, dijo Mons. Flores.
“Estaban tranquilos, y, como que, bueno, así es la vida: tiene obstáculos, pero sí, hay que echarle ganas”, dijo. “Es el espíritu que aprecio en los hombres y en mucha gente en el Valle (del Río Grande): pues sí, aquí estamos y Dios está con nosotros, y vamos a echarle ganas… Es una gracia, esa actitud de no darse por vencido bajo las dificultades de las circunstancias”.
Por Rhina Guidos