SAO PAULO – Un borrador de una carta firmada por obispos brasileños y programada para ser presentada al comité ejecutivo de la conferencia de obispos está causando reacción en los medios y la iglesia brasileña.
En la carta, más de 150 obispos acusan al gobierno federal de “incapacidad e ineptitud” al enfrentar la crisis de la pandemia de coronavirus.
“Cerrando los ojos a los llamados de entidades nacionales e internacionales, el Gobierno Federal demuestra omisión, apatía y rechazo por los más pobres y vulnerables de la sociedad, sean quienes sean: las comunidades indígenas, quilombolas (comunidades de ex esclavos afro brasileños), ribeirinhas (comunidades que viven por los ríos), las poblaciones de las periferias urbanas, de los conventillos y el pueblo que vive en las calles, por miles, en todo Brasil.”, dijo una parte de la carta obtenida por Catholic News Service.
En el documento, denominado “Carta al pueblo de Dios”, los obispos califican el momento difícil que enfrenta actualmente Brasil como una “tempestad perfecta”.
“La causa de esta tempestad es la combinación de una crisis de salud sin precedentes, con un avasallador colapso de la economía y con la tensión que se abate sobre los fundamentos de la República, provocada en gran medida por el presidente de la República y otros sectores de la sociedad, resultando en una profunda crisis política y de gobernanza”, dice la carta.
Dice que “las elecciones políticas que nos trajeron hasta aquí y la narrativa que propone la complacencia frente a los desmanes del Gobierno Federal, no justifican la inercia y la omisión en el combate a las desgracias que se abatieron sobre el pueblo brasileño. … Analizando el escenario político, sin pasiones, percibimos claramente la incapacidad e ineptitud del Gobierno Federal para enfrentar estas crisis”.
Los obispos que firmaron hablan del desdén mostrado por el gobierno del presidente Jair Bolsonaro por los sectores de educación, cultura, salud y diplomacia.
Los obispos contactados por CNS dijeron que el borrador se presentaría al comité ejecutivo de la conferencia de obispos en una reunión ya programada para el 5 de agosto. Sin embargo, la carta se filtró a los medios el 26 de julio.
El 30 de julio, más de 1,500 sacerdotes entregaron a los medios una carta apoyando la carta de los obispos. Los sacerdotes dijeron que los funcionarios del gobierno tienen el deber de actuar a favor de toda la población, especialmente de los más vulnerables, pero que “este no ha sido el proyecto del gobierno actual”.
Un sacerdote dijo que consideran la carta de los obispos “un documento profético de una porción significativa de los obispos de la Iglesia Católica en Brasil”.
Los sacerdotes reafirmaron su compromiso de defender la vida y el cuidado de los enfermos, criticando lo que ha hecho hasta ahora el gobierno brasileño.
“Simpatizamos con todas las familias que perdieron a alguien por esta enfermedad que cobra vidas y aterroriza a todos. Cerca de alcanzar las 100,000 muertes en esta pandemia, es inaceptable que no haya un ministro de salud en este gobierno, que pueda liderar las políticas para combatir el nuevo coronavirus”, concluyó la carta.
El obispo Manoel Ferreira dos Santos, de Registro, dijo a CNS que un grupo de unos 30 obispos “comenzó una discusión sobre la situación actual del país”.
El obispo Santos enfatizó que el grupo estaba preocupado por la falta de atención dada por el gobierno actual a los grupos más vulnerables de la sociedad brasileña. También señaló que este fue un proceso realizado por obispos individuales y no la conferencia como una entidad.
“Comenzó como consideraciones hechas por obispos individuales, no por el CNBB como institución”, dijo, usando el acrónimo portugués para la conferencia de obispos.
“Esperábamos tener una discusión al respecto al reunirnos y tal vez obtener la aprobación de la institución para que sea una carta abierta a la sociedad. No firmamos el nombre de la institución, firmamos como individuos”, agregó.
Sin embargo, el documento filtrado tomó una vida propia a fines de julio, y algunos periódicos brasileños insinuaron una profunda división entre los obispos brasileños. Los entrevistados por CNS, sin embargo, dijeron que aunque siempre han existido diferencias de opinión entre los obispos, no hay desunión dentro de la conferencia de obispos.
“Podemos tener opiniones diferentes sobre ciertos temas, pero prevalece la comunión”, subrayó el obispo Santos.
La conferencia de obispos brasileños confirmó que la carta incluía firmas de sus miembros y no refleja la posición de la conferencia, que cuenta con más de 450 obispos.
Algunos de los que firmaron incluyen al cardenal Claudio Hummes, arzobispo retirado de Sao Paulo y ex jefe de la Congregación para el Clero; Obispo retirado Erwin Krautler de Xingu; Arzobispo Leonardo Steiner de Manaus; y el obispo Mario da Silva de Roraima, el vicepresidente de la conferencia.
Por Lise Alves
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