WASHINGTON – Líderes religiosos y defensores de los inmigrantes han denunciado el plan de la administración Trump de rechazar solicitudes nuevas para el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, conocido como DACA, y limitar las renovaciones de DACA a extensiones de un año en vez de dos.
Líderes de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos dijeron que estaban “profundamente decepcionados” con la acción de la administración, anunciada el 28 de julio en un memorándum emitido por el Departamento de Seguridad Nacional. El obispo Jaime Soto de Sacramento, California, calificó la decisión como “irresponsable y recalcitrante.”
El memorándum fue escrito por el secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, y se publicó más de un mes después de que la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó en contra de los esfuerzos de la administración Trump para poner fin a DACA.
Cuando la administración no avanzó en planes relacionados a DACA después de la decisión, un juez federal en Maryland el 24 de julio dijo que tenía que aclarar públicamente el estado del programa DACA dentro de los 30 días.
El programa DACA, que se inició en 2012 por el presidente Barack Obama con una orden ejecutiva, ha permitido que alrededor de 700,000 jóvenes calificados, a quienes se les llaman ” Soñadores” o “Dreamers”, que trabajen, vayan a la universidad, obtengan un seguro médico, una licencia de conducir y no sean deportados. Estos adultos jóvenes fueron traídos a los Estados Unidos como niños por sus padres sin documentación legal.
En el memorándum, Wolf dijo: “DACA deja claro que, para ciertas clases numerosas de individuos, el DHS como mínimo tolerará, si no es que autorizará, la violación continua de las leyes de inmigración”.
Por ahora, el mayor impacto afectará a nuevos solicitantes. Los abogados de la Red Católica de Inmigración Legal, conocida como CLINIC, han dicho que alrededor de 60,000 jóvenes ahora mayores de 15 años calificarían para el estado de DACA y han estado instando a jóvenes a reunir sus documentos y buscar asesoramiento legal sobre el programa basado en lo que La Corte Suprema dictaminó en junio, diciendo que DACA continuará.
Wolf dijo que la administración puede tratar de terminar con DACA considerándolo como un problema de aplicación de la ley que potencialmente contribuye a la inmigración ilegal. Dijo que la medida actual es un cambio temporal mientras que el gobierno federal revisa acciones futuras.
Según el nuevo plan para DACA enunciado en el memorándum, el gobierno también negará las solicitudes de los beneficiarios de DACA para visitar sus países de origen, excepto durante “circunstancias excepcionales”.
“Los nuevos límites descritos en el memorándum de la Administración impactan directa y negativamente a los jóvenes inmigrantes, sus familias y las comunidades a las que servimos. Instamos al presidente a restablecer las protecciones originales que DACA brinda a los jóvenes actualmente inscritos en el programa, así como a comenzar a aceptar nuevos posibles solicitantes de DACA”, dijo una declaración del 30 de julio del arzobispo José H. Gómez de Los Ángeles, el presidente de la USCCB y el obispo auxiliar Mario E. Dorsonville de Washington, quien es presidente del Comité de Migración de la USCCB.
Los obispos dijeron que la Iglesia Católica en los Estados Unidos ha abogado durante mucho tiempo por los “Soñadores” y dijeron que “seguiremos apoyándolos”.
Instaron al presidente a “restablecer las protecciones originales que DACA brinda a los jóvenes actualmente inscritos en el programa” y aceptar nuevos solicitantes de DACA. También instaron al Senado a unirse a la Cámara para “aprobar una legislación que brinde certeza y un camino a la ciudadanía para los ‘Soñadores'”.
El obispo Soto, presidente de la junta de CLINIC, criticó el momento que la administración ha escogido para tomar la decisión, en medio de una pandemia, y dijo que significaba un regreso “a la misma postura dura, contra la cual el tribunal ya había decidido”. También dijo que la medida “agravará las aflicciones de muchos beneficiarios y aspirantes a DACA, una gran parte quienes laboran como trabajadores esenciales” y mantienen en función partes importantes de la economía durante la pandemia.
El obispo continuó diciendo, en una declaración, que las directivas “no tienen sentido moral o práctico” y “solo paralizarán aún más la recuperación, especialmente para los vulnerables”.
“Los beneficiarios de DACA son importantes para sus familias y para nuestro país, que se ha convertido en su hogar. Son nuestros vecinos”. Instó a la administración a no terminar con DACA y a trabajar con el Congreso para crear un camino hacia la ciudadanía para los beneficiarios del programa.
Por Carol Zimmermann