CIUDAD DEL VATICANO—Los teólogos deben explorar y debatir cuestiones polémicas, a veces incluso tomar “riesgos” con aquello que proponen, pero esos debates deben hacerse en la academia de modo que no confundan a la feligresía –dijo el papa Francisco.
“La teología debe avanzar”, dijo el papa a los integrantes de la Comisión Teológica Internacional. “Debe enfrentar asuntos que no son claros y tomar riesgos en los debates. Realmente, son cosas de teólogos.
“Ustedes deben proveer los nutrientes sólidos de la fe al pueblo de Dios, no alimentar al pueblo de Dios con asuntos controversiales”, porque esto puede confundir a los fieles y causar que pierdan la fe –dijo el papa el 29 de noviembre al grupo durante una reunión para conmemorar el 50º aniversario de la comisión.
San Pablo VI estableció la comisión para continuar la colaboración entre teólogos y lo que la autoridad académica de la iglesia experimentó en el Concilio Vaticano Segundo –dijo el papa–. Y él quiso asegurar que la congregación doctrinal se beneficiaría de las contribuciones de los teólogos reflexionando en cuestionamientos de la fe en diferentes partes del mundo y en diferentes contextos culturales.
“De hecho –les dijo el papa– ustedes escuchan lo que el Espíritu le está diciendo a las iglesias en diferentes culturas en la actualidad a fin de dar luz en aspectos siempre nuevos del misterio inagotable de Cristo”.
“Traduciendo” la fe a la gente de diversas culturas –dijo– los teólogos ayudan a la gente a sentirse “más cerca y comprometidos con la iglesia, tomándolos de la mano donde estén y acompañándolos a saborear la dulzura del ‘kerigma’ (proclamación de Cristo) y su eterna novedad”.
“Este es el llamado de la teología”, dijo. “No es una disquisición académica sobre la vida, sino la encarnación de la fe en la propia vida”.
“La buena teología” es una investigación que nace de la propia vida espiritual activa de un teólogo –dijo–. “¡La teología nace y crece de rodillas!”
Y la teología se desarrolla dentro y contribuye a la vida de la iglesia –agregó el papa Francisco–. “Uno no hace teología individualmente, sino en comunidad, al servicio de todos, difundiendo la buena nueva del Evangelio a hermanos y hermanas de su época, siempre con dulzura y respeto”.
El papa Francisco agradeció a los integrantes de la comisión especialmente por su documento del 2018: “Sinodalidad en la Vida y Misión de la Iglesia”.
“Ustedes demostraron de qué forma la práctica de la sinodalidad –la cual es tradicional, pero siempre en necesaria renovación– es, en la historia del peregrino pueblo de Dios, el reconocimiento de la iglesia como un misterio de comunión en la imagen de la comunión trinitaria”, dijo el pontífice.
“Como saben, este tema significa mucho para mí”, les dijo a los teólogos.
“Sinodalidad es un estilo, es caminar juntos y es lo que el Señor quiere de la iglesia del tercer milenio”, dijo.
El documento de la comisión teológica dice que la sinodalidad promueve la dignidad bautismal y le pide a todos los católicos que valoren la presencia de los diferentes dones que otorga el Espíritu Santo y reconozcan el específico ministerio confiado a sacerdotes y obispos en comunión con el papa para la preservación de la fe y la renovación de la iglesia.
“Les doy las gracias por el documento –les dijo el papa a los miembros de la comisión– porque algunos creen en la actualidad que la sinodalidad es tomarse de la mano e ir a caminar, tener una fiesta con jóvenes o hacer encuestas de opinión (por ejemplo) ‘¿Qué piensas sobre la ordenación de mujeres?'”
En realidad, dijo, es “una forma eclesial que tiene alma, que es el Espíritu Santo. Sin el Espíritu Santo no hay sinodalidad”.
Por Cindy Wooden