JERUSALÉN—Obispos de Norte América y Europa durante una visita anual bajo la Coordinadora de las Conferencias episcopales para la Iglesia en Tierra Santa dijeron que países deben rechazar el apoyo político o económico para asentamientos, pero deben abordar las preocupaciones de seguridad de Israel y el derecho de todos de vivir en condiciones de seguridad.
“Nuestros gobiernos deben hacer más para cumplir con sus responsabilidades de defender el derecho internacional y proteger la dignidad humana. En algunos casos ellos se han convertido en cómplices activos de los males del conflicto y la ocupación”, dijeron los obispos en su comunicado final.
En el viaje del 12 al 16 de enero, los obispos se reunieron con comunidades cristianas locales en Ramallah, Cisjordania; Jerusalén; y la Franja de Gaza. También se reunieron con representantes israelíes y palestinos. La visita anual está diseñada para mostrar apoyo a las comunidades cristianas de Tierra Santa.
Al notar que los obispos locales advirtieron a las personas que se enfrentaban a una mayor “evaporación de la esperanza de una solución duradera”, los obispos dijeron que habían “presenciado esta realidad de primera mano” de cómo la construcción de asentamientos y el muro de separación estaban “destruyendo cualquier perspectiva de la existencia de dos estados en paz”.
Pidieron a sus gobiernos que desempeñen un papel activo en la construcción de una nueva solución política “enraizada en la dignidad humana para todos”.
Aunque esto debe ser moldeado a través del diálogo entre las personas que viven en Tierra Santa, los obispos dijeron que existe una “necesidad urgente” de que sus países participen al insistir en la aplicación del derecho internacional, siguiendo el liderazgo del Vaticano en el reconocimiento del Estado Palestino, rechazando el apoyo político o económico para los asentamientos y abordando las preocupaciones de seguridad de Israel.
También dijeron que los actos de violencia o los abusos de los derechos humanos por parte de cualquier parte deberían ser “decididamente opuestos”.
Los obispos dijeron que están inspirados por la resistencia y la fe duraderas a pesar del empeoramiento de la situación de la comunidad cristiana local. Señalaron que los obispos locales también han dado la alarma de que las condiciones de vida se vuelven “cada vez más insoportables”, lo cual es evidente en Cisjordania, donde a los palestinos se les niegan los derechos básicos, incluida la libertad de movimiento, y en Gaza, porque de las decisiones políticas de ambos lados, se ha convertido en una “prisión al aire libre” con abusos de los derechos humanos y una “profunda crisis humanitaria”.
“Fuimos recibidos por familias cuyo enfoque ahora es la supervivencia diaria y cuyas aspiraciones se han reducido a lo esencial como la electricidad y el agua limpia”, dijeron.
Los obispos expresaron su gratitud por el testimonio y el sacrificio, en medio de esta lucha, de “hermanas religiosas, laicos y sacerdotes que se acercan con respeto a todas las partes, para construir un futuro mejor para todos”.
Terminaron su comunicado con una oración por la paz de Jerusalén.
El arzobispo Timothy Broglio de la Arquidiócesis de los Estados Unidos para los Servicios Militares representó a los Estados Unidos en el viaje. El arzobispo Richard Gagnon de Winnipeg, Manitoba, representó a los canadienses. Los otros 13 obispos eran de Europa.
Por Judith Sudilovsky