MIAMI—Los refugiados tienen un importante impacto en los Estados Unidos y no debería negárseles el afincamiento, como decidió recientemente el gobernador de Texas, dijo el arzobispo Thomas G. Wenski, de Miami.
En una carta dirigida al editor y publicada el 16 de enero en el Miami Herald, el arzobispo resaltó que Albert Einstein fue refugiado y que el antiguo senador republicano de la Florida, Mel Martínez era un menor no acompañado de un adulto cuando llegó a la Florida como parte de la Operación Peter Pan–cuando más de 14,000 menores cubanos llegaron a los Estados Unidos al principio de los años 60.
“Hoy, los texanos no permitirían a ninguno de estos dos afincarse ahí. Florida y los refugiados saldrían perdiendo si siguiéramos el ejemplo de Texas”, escribió.
El arzobispo Wenski dijo que las agencias de Caridades Católicas tienen “el orgullo de ser los proveedores más antiguos de establecimiento de refugiados en la Florida”, indicando que habían patrocinado a los cubanos en la Operación Peter Pan, establecido a refugiados de Vietnam, Laos y Camboya en los años 70 y habían seguido ayudando al establecimiento de refugiados cuando el Programa de Refugiados de Estados Unidos comenzó en 1980.
El arzobispo señaló que una reciente orden ejecutiva de la administración Trump requiere que los gobernadores y oficiales de condado proporcionen por escrito el consentimiento antes de que los refugiados se puedan asentar en sus respectivos estados o condados.
“Cuarenta y dos gobernadores han declarado públicamente el apoyo a los servicios de refugiados — 19 de ellos son republicanos. Solamente el gobernador de Texas decidió interrumpir el reasentamiento, y aparentemente sin demasiado apoyo público”, añadió.
El gobernador de Texas, Greg Abbott anunció el 10 de enero que el estado ya no reasentaría a refugiados.
La decisión del gobernador, anunciada en una carta al Secretario de Estado, Mike Pompeo, convertía a Texas en el primer estado en rechazar el asentamiento de refugiados después de la orden del presidente y su fecha límite del 21 de enero para que los gobernadores declararan públicamente si aceptasen a refugiados después de junio de 2020.
Los obispos de Texas respondieron individualmente por Twitter a la decisión del gobernador, exhortándole a reconsiderar, y dijeron colectivamente en una declaración del 10 de enero de la Conferencia católica de Texas, que la decisión era “profundamente descorazonadora y desilusionante”.
El 15 de enero, un juez federal en Maryland publicó una orden preliminar bloqueando la puesta en marcha de la orden ejecutiva de la administración Trump que permitiría a los oficiales estatales y locales negarse a reasentar a refugiados en sus jurisdicciones.
Pero como indicó Ashley Feasley, directora de política de Migración y Servicios de Refugiados de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) en una entrevista con Catholic News Service, la administración de Trump probablemente apele tal orden.
En su carta al editor, el arzobispo Wenski dijo: “Se criba cuidadosamente a los refugiados en agencias que incluyen el Centro Nacional de Contraterrorismo, el FBI y los departamentos de Seguridad Nacional, Defensa y Estado. Deben cumplir unos criterios establecidos, tales como huir de la persecución por razones políticas o religiosas”.
También indicó que estos refugiados a menudo son monitoreados por voluntarios de la iglesia y se les da apoyo para el reasentamiento. Dijo que “se integran rápidamente en la sociedad (estadounidense), encontrando trabajo y haciendo una contribución positiva a su país de adopción”.
Las agencias de reasentamiento deberían presentar propuestas a la Oficina de
Reasentamiento de Refugiados el 21 de enero para continuar su ministerio de afincamiento de refugiados, dijo, añadiendo que Caridades Católicas tenía la esperanza de continuar trabajando con los gobiernos locales en la acogida de refugiados en las comunidades a las que sirven.