WASHINGTON—Un sacerdote católico que le brinda albergue y alimentación a inmigrantes en Centroamérica, ha puesto una denuncia ante autoridades guatemaltecas después de que él y su equipo de trabajo recibieran amenazas de muerte por proveer ayuda humanitaria para la más reciente caravana de inmigrantes que se dirige hacia Estados Unidos.
El padre Mauro Verzeletti le contó a Catholic News Service (CNS), el 23 de enero en una entrevista por audio a través de WhatsApp, que cuenta con protección continua por parte de las autoridades guatemaltecas después de recibir amenazas en enero.
El padre Verzeletti ha sido un fuerte crítico de la política de inmigración de EE.UU. en cuanto a Centroamérica, incluso también del ex presidente de Guatemala Jimmy Morales, quien llegó a un acuerdo con el presidente estadounidense Donald Trump para designar a Guatemala como “un tercer país seguro”, lo que significa que los migrantes que pasen por Guatemala en camino hacia el norte deben primero pedir asilo allí en vez de dirigirse a EE.UU.
Es un acuerdo al que se opone el nuevo presidente guatemalteco Alejandro Giammattei, quien asumió el cargo el 14 de enero.
Guatemala tiene uno de los índices más elevados de homicidios en Centroamérica y se le considera uno de los países más peligrosos del mundo que no está en guerra. Sus ciudadanos están huyendo hacia el norte masivamente junto con otros de los países vecinos de El Salvador y Honduras debido a una combinación de condiciones violentas, falta de oportunidades económicas, los efectos del cambio climático y otros factores.
Debido a la falta de recursos, las organizaciones afiliadas con la Iglesia Católica, como la que opera el padre Verzeletti, brindan ayuda humanitaria esencial a aquellos que se están desplazando.
El padre Verzeletti, quien es originario de Brasil, pertenece a la orden religiosa conocida como los Scalabrinianos, cuyo carisma es ayudar a los migrantes. Él ha dirigido albergues en varios lugares de Latinoamérica y ha pedido que se preste atención a la crisis de inmigración a través del lente de la Iglesia Católica, la cual pide que se adopte un enfoque humanitario y se busque una solución tratando las causas fundamentales de la inmigración.
El padre también ha criticado los acuerdos que Trump ha hecho con el gobierno de México, llamados Protocolos de Protección del Migrante o la iniciativa “Quédate en México”, y el reciente uso de la fuerza contra los inmigrantes por parte de las autoridades mexicanas en un afán por desalentar a aquellos que tratan de cruzar la frontera entre Guatemala y México.
En El Salvador, donde él vive parte del año, ha organizado un ” Viacrucis del Migrante” durante la cuaresma, en el cual mezcla en las estaciones de la cruz temas de la situación que experimentan los inmigrantes centroamericanos y lo que muchos sufren en camino a los EE.UU.
Por medio de sus artículos y otros comentarios, a menudo critica a los gobiernos por la falta de compromiso en proveer condiciones sociales básicas para el bien los pobres y ha puesto a la luz los ataques –físicos, políticos y relacionados a estrategias– lanzados contra los inmigrantes.
Representantes de las organizaciones de ayuda internacional, denunciaron las amenazas contra el sacerdote, incluyendo Carlos Carrera Cordón, director de UNICEF de Guatemala, quien expresó su apoyo al sacerdote y al trabajo de su equipo por medio de Twitter. Carrera dijo que su organización “enérgicamente” condena las amenazas y felicitó al padre y su equipo por cuidar “día y noche” de niños y familias que están migrando.
El padre Verzeletti también dirige otros albergues llamados Casa del Migrante en Centroamérica, ayudando no sólo a aquellos que se dirigen al norte sino también a personas desplazadas dentro de sus propios países y protegiendo a quienes han recibido amenazas de violencia por parte de pandillas u otros bandos criminales.
Ahora se encuentra él mismo involucrado en una situación amenazadora que lo pone en riesgo –dijo a CNS– no sólo porque está en juego su seguridad, sino también la seguridad de su equipo de trabajo.
Afirmó que había recibido amenazas anteriormente, pero las recientes “son realmente muy duras y contundentes” y dijo que le preocupa también por la seguridad “de las demás personas que están a mi alrededor”.
“Es una situación bastante compleja y que tengo que tener cuidado” que no le pase nada a nadie, dijo el padre Verzeletti a CNS.
Por Rhina Guidos