CIUDAD DE MÉXICO—Los obispos de México han pedido acción después de una ola de matanzas de mujeres y jovencitas–crímenes conocidos como feminicidio –que han provocado ira y protestas, pero también han resaltado la cultura machista del país y problemas profundamente arraigados como la impunidad.
En una declaración del 23 de febrero, los obispos dijeron que los crímenes “a causa de su brutalidad nos han dejado perplejos y nos han llenado de dolor y tristeza”.
“Frente a esta realidad, los obispos de México levantan sus voces para dar palabras al dolor y a todos los afectados por él… Deseamos situarnos desde un lugar de fe, ofrecer nuestra presencia en palabras, diálogo y reuniones para abrirnos a la compasión”.
El feminicidio ha ocurrido con impunidad en México por décadas, pero salió al frente otra vez con el asesinato el 9 de febrero de una mujer de México, Ingrid Escamilla. Fue asesinada por su esposo y su cuerpo fue desollado y desmembrado.
El asesinato de una niña de 7 años llamada Fátima, que fue raptada a la puerta de su escuela por un extraño y más tarde se encontró su cuerpo abusado y asesinado, añadió al enfurecimiento.
Los oficiales eclesiales pidieron acción, pero también educación y fortalecimiento de las familias.
“Esta realidad nos hace confrontar una auténtica emergencia educativa, porque hemos perdido las referencias básicas de la convivencia: la verdad, la bondad y la belleza”, dijeron los obispos.
“Reconocemos la necesidad de una base educativa que involucre la vida familiar”, dijo la declaración de los obispos. “Somos agentes sociales, y todos nosotros tenemos una responsabilidad en la misión de forjar una cultura de esperanza y paz”.
Algunos colectivos feministas han protestado en la Ciudad de México, llegando a cubrir monumentos y el Palacio Nacional de grafiti. Se ha convocado una huelga nacional llamada “un día sin mujeres” para el 9 de marzo. Algunas universidades católicas han dado permiso a las estudiantes mujeres y al personal a participar en la protesta.
Pero el tema del feminicidio se ha politizado.
El presidente Andrés López Obrador y sus partidarios han descrito las protestas como un intento de desacreditar a su administración. Hablando el 20 de febrero, el presidente propuso “la regeneración moral” y “la lucha por una sociedad mejor” como soluciones.
También advirtió de que hay “conservadores” pasando por feministas y mostrando convenientemente una repentina preocupación por los temas de la mujer.
Según los analistas, sus predecesores y muchos gobernadores de estado de todos los colores políticos han preferido rebajar el tema del feminicidio, en un intento de evitar que se extiendan noticias poco favorecedoras a sus intereses.
Por David Agren