WASHINGTON—Las diócesis de todo el país están tomando precauciones para prevenir la propagación del coronavirus y le están informando a sus feligreses que usen sentido común con la higiene en sus vidas personales.
Entre las medidas preventivas más comunes que se están tomando es pedir que se acepte la recepción de la sagrada Comunión en la mano, no distribuir la Comunión bajo las dos especies, y no tener contacto físico entre personas durante el intercambio del signo de paz.
Líderes diocesanos también piden a las personas que estén enfermas que no vayan a Misa.
“Si estás enfermo, quédate en casa hasta que te sientas mejor”, dijo el obispo David A. Zubik de Pittsburgh en un anuncio a los feligreses el 2 de marzo.
Desde Charlotte, Carolina del Norte, hasta Honolulú, los oficiales diocesanos estaban poniendo en acción los pasos recomendados por el Comité de Culto Divino de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos para limitar la posible difusión de la enfermedad que, para el 3 de marzo, había alcanzado a 70 países, incluyendo Estados Unidos. Los oficiales de salud de Estados Unidos han confirmado más de 100 casos de la enfermedad en 15 estados, incluyendo al menos 9 muertes.
En todo el mundo, para el 3 de marzo se habían detectado más de 92,000 casos y se han atribuido más de 3,100 muertes al coronavirus, la mayoría en China, el epicentro del brote.
Al mismo tiempo, al menos un obispo pidió calma en la respuesta de la gente al coronavirus, que las autoridades mundiales de salud han designado como COVID-19.
En Carolina del Sur, el obispo Robert E. Guglielmone tiene la suspensión del “beso de la paz” y la distribución de la Preciosa Sangre durante las misas hasta que la amenaza de contagio haya pasado.
En un correo electrónico a los sacerdotes, Mons. Richard D. Harris, Vicario General, les recordó “…que recibir el Precioso Cuerpo es recibir la plenitud del Señor: Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.”
“Abstenerse de recibir el cáliz, o extender un apretón de manos, en cualquier momento durante el año cuando uno está experimentando los síntomas de una enfermedad no debe considerarse como una falta de respeto a los demás de ninguna manera,” dijo.
“Por favor, animen a sus comunidades en este tiempo de incertidumbre a prepararse, pero no a entrar en pánico”, dijo el obispo auxiliar Joel M. Konzen, administrador de la arquidiócesis de Atlanta en una nota del 28 de febrero. Dijo que las precauciones para prevenir la difusión de COVID-19 eran similares a las que se toman para prevenir la gripe.
En una carta del 28 de febrero, el obispo Peter J. Jugis de Charlotte pidió a clero a recordar a los feligreses que se cubran la boca al toser y estornudar y a que tiren a la basura los pañuelos usados, limpien todas las áreas “de mucho tráfico de manos diariamente”, eviten dar la mano, laven sus manos a menudo y no compartan artículos personales, como tazas y utensilios de comida.
Como los líderes diocesanos de todo Estados Unidos, el obispo Jugis animó a los sacerdotes a que no extiendan el signo de paz, distribuyan la Comunión bajo las dos especies ni inviten a la gente a darse las manos para saludar durante la Misa o en otras reuniones. Quienes distribuyen la sagrada Comunión deben lavarse las manos antes de la Misa y limpiárselas de nuevo antes y después de distribuir la Comunión, dijo.
Precauciones similares se están tomando en la arquidiócesis de Washington y en las diócesis de Jackson, Mississippi y Little Rock, Arkansas.
Además de estos pasos, la arquidiócesis de Miami sugirió a las parroquias que vacíen las pilas de agua bendita en las entradas de las iglesias, y está también permitiendo a los ministros extraordinarios de la Comunión que no se sienten cómodos ejerciendo su ministerio, que no lo hagan por el momento.
Las normas del Departamento de Salud de Ohio para tratar con enfermedades contagiosas se enumeraron en una declaración compartida con las parroquias y publicada en el sitio web de la diócesis de Cleveland el 2 de marzo.
La oficina de Culto Divino también recordó a los sacerdotes, diáconos y ministros extraordinarios de la sagrada Comunión que continúen practicando buena higiene, incluyendo lavarse las manos frecuentemente.
El arzobispo John C. Wester de Santa Fe, Nuevo México, actualizó las prácticas litúrgicas introducidas en enero a causa de la severidad de incidencias de gripe en Utah en una declaración del 3 de marzo, ordenando que la sagrada Comunión se reciba en la mano.
“Lo importante es que recibamos a nuestro Santísimo Señor en la Comunión”, dijo. “Cómo lo recibimos, aunque es muy personal para cada comunicante, no es crucial… el recibir la Comunión en la mano es tan respetuoso como recibirla en la lengua”.
En la sede de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, Monseñor Brian J. Bransfield, secretario general, pidió en un email al personal que se abstengan de planificar cualquier viaje internacional.
Pidió a los trabajadores que ya han comprado sus billetes para viajar que “reconsideren la necesidad del viaje, consultar con su supervisor y determinar un plan de acción apropiado”.
Mientras tanto, la diócesis de Honolulu a mediados de febrero decidió no establecer ninguna restricción en la Misa. Sin embargo, el padre Pascal Abaya, rector de la Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Paz en la capital hawaiana, les dijo a los fieles que la Comunión no se distribuiría bajo las dos especies, una medida que llamó “de precaución” durante la temporada de gripe.
La práctica continuó durante la primera semana de Cuaresma, confirmó un oficial diocesano.