WASHINGTON—De un lado del país al otro, diócesis y agencias de beneficios sociales católicas están buscando soluciones ingeniosas para satisfacer la creciente hambre en sus comunidades.
La Arquidiócesis de San Francisco, por ejemplo, comenzó un servicio de entrega de comestibles y una línea telefónica para personas necesitadas a principios de abril. En dos semanas, 14 parroquias habían recibido aseguranzas de feligreses comprometidos a ayudar a entregar alimentos a las personas necesitadas.
El ministerio “ama a tu prójimo” tiene una línea telefónica gratuita que se atiende ocho horas al día de lunes a viernes, con correo de voz durante las horas libres y los fines de semana para personas que necesiten alimentos. Las llamadas se responden en español y en inglés.
Thomas Rudkins, fundador de la línea telefónica Options United, la cual ofrece ayuda con embarazos, donó la línea telefónica Love Your Neighbor (Ama a tu Vecino). Y Paul Venables, fundador y presidente de una agencia de publicidad de San Francisco, donó labor personal gratis que desarrolló una campaña de mensajes en las redes sociales con publicaciones exclusivas que incluyen “A veces amar a tu vecino es recoger una bolsa de snacks de queso” y “La bondad es contagiosa”.
La arquidiócesis está ofreciendo subvenciones de $1,000 a cada parroquia que se compromete a apoyar el programa con la intención de que usen el dinero para comprar comestibles. Los fondos salen de las donaciones que la arquidiócesis ha recibido de nuevo de la campaña anual del “plato de arroz” de los Catholic Relief Services que están destinados a ser utilizados para el alivio de la pobreza.
In Los Angeles, the Knights of Columbus donated $100,000 to five food banks in the Archdiocese of Los Angeles under the organization’s new national initiative, “Leave No Neighbor Behind,” which urges Knights to assist their neighbors, including those in the community and parish, their fellow Knights and others. Knights are also being encouraged to make blood donations, especially given current shortages.
En Los Ángeles, los Caballeros de Colón donaron $100,000 a cinco bancos de alimentos en la Arquidiócesis de Los Ángeles bajo la nueva iniciativa nacional de la organización, “No dejes a ningún vecino atrás”, que insta a los Caballeros a ayudar a sus vecinos, incluso los de la comunidad y la parroquia, a sus compañeros Caballeros que tengan necesidad y a otros. También se alienta a los caballeros a hacer donaciones de sangre, especialmente dada la escasez.
“Como organización, hemos brindado un apoyo vital en momentos clave, incluso durante la pandemia de gripe de 1918, durante dos guerras mundiales y después de desastres naturales”, dijo Carl Anderson, el caballero supremo y CEO de los Caballeros de Colón en un comunicado del 21 de abril.
“Nuestra iniciativa ‘No dejes a ningún vecino atrás’ continúa esa tradición”, agregó, “y trabajaremos directamente con los bancos de alimentos para ayudar a garantizar que los alimentos lleguen a los más necesitados en las comunidades de costa a costa”.
En la Diócesis de Paterson, Nueva Jersey, tres despensas de alimentos permanecieron abiertas para satisfacer las necesidades de los hambrientos. Por lo general, sirven como despensas de “donación comunitaria”, con individuos “comprando” como lo harían en un supermercado.
Pero ahora, para minimizar contacto, los voluntarios de Caridades Católicas han estado empacando comida y llevando las bolsas a los necesitados afuera. Los voluntarios también han organizado campañas de comida y entrega de comida a los hogares de personas mayores y con discapacidades.
“Estamos viendo que más personas vienen a nuestras despensas de alimentos como nunca antes en nuestra historia”, dijo un comunicado Carlos Roldan, director de Despensa de Alimentos de Caridades Católicas. “Además de las personas que visitan nuestros programas, estamos entregando alimentos a los centros para personas mayores, a las familias necesitadas y a las personas sin hogar. Solo en el último mes, hemos ayudado a casi 10,000 personas. Somos afortunados de contar con la ayuda de nuestros voluntarios que realmente marcan la diferencia”.
En el Bronx, el más pobre de los cinco distritos de la ciudad de Nueva York, los latinoamericanos, muchos de ellos dominicanos, han sido fuertemente afectados por la crisis del COVID-19. Catholic Charities Community Services/Alianza ha adaptado su modelo de prestación de servicios para incluir ayuda alimentaria.
Durante un período de dos días, Alianza esperaba distribuir 1,300 bolsas de comestibles en cuatro sitios en el Bronx. Antes de las campañas de comida, Alianza había respondido a la crisis comprando tabletas para estudiantes que no tenían los aparatos para poder asistir a la escuela en línea, ayudando a las familias sin internet a obtener puntos de acceso Wi-Fi en sus hogares y realizando llamadas diarias de control de bienestar para 3,500 estudiantes.
En la Diócesis vecina de Brooklyn, Caridades Católicas de Brooklyn y Queens ha llevado a cabo un puesto temporal de distribución semanal de comestibles temporal.
En la primera distribución de este tipo, Caridades Católicas proporcionó a 1,000 familias e individuos bolsas de alimentos para una familia de tres que puede durar tres días. Catholic Charities también ofreció acceso a asistencia, información y recursos adicionales, incluso material alentando a un vecindario ya poco contado para que participe y responda al Censo 2020.
El segundo puesto temporal fue en el ahora irónicamente nombrado barrio Corona de Queens. Lo que no es irónico es que, según la Diócesis de Brooklyn, el 60 por ciento de los casos de COVID-19 en la ciudad de Nueva York están en los condados de Brooklyn y Queens.