CIUDAD DEL VATICANO—En un momento de “tragedia y sufrimiento” mundial debido al coronavirus, y en vista del impacto a largo plazo que tendrá, los creyentes de todas las religiones deben pedir la misericordia del único Dios y padre de todos, dijo papa Francisco.
Durante su misa matutina, el papa Francisco se unió a los líderes de todas las religiones que marcaron el 14 de mayo como un día de oración, ayuno y actos de caridad para pedirle a Dios que pare la pandemia del coronavirus.
Algunas personas podrían pensar: “‘No me ha afectado; gracias a Dios estoy a salvo’. ¡Pero piensen en los demás! Piensen en la tragedia y también en las consecuencias económicas, las consecuencias en la educación”, dijo el papa en su homilía.
“Es por eso que hoy todos, hermanos y hermanas de todas las tradiciones religiosas están orando a Dios”, dijo.
El día de oración fue convocado por el Comité Superior de Fraternidad Humana, un grupo internacional de líderes religiosos formado después de que el papa Francisco y el jeque Ahmad el-Tayeb, gran imán de al-Azhar, firmaran un documento en 2019 sobre la promoción del diálogo y la “fraternidad humana.”
Durante la misa del papa, transmitida en vivo desde la capilla de la Casa Santa Marta, dijo que podía imaginar que algunas personas dirían que reunir a creyentes de todas las religiones para rezar por una causa común “es relativismo religioso, y no se puede hacer”.
“Pero, ¿cómo no se le puede rezar al Padre de todos?” preguntó.
“Todos estamos unidos como seres humanos, como hermanos y hermanas, rezando a Dios cada uno de acuerdo con nuestra propia cultura, tradiciones y creencias, pero hermanos y hermanas rezando a Dios”, dijo el papa. “Esto es importante: hermanos y hermanas ayunando, pidiéndole a Dios que perdone nuestros pecados para que el Señor tenga misericordia de nosotros, que el Señor nos perdone, que el Señor ponga fin a esta pandemia”.
Pero el papa Francisco también pidió a las personas que miren más allá de la pandemia del coronavirus y reconozcan que hay otras situaciones graves que causan la muerte de millones de personas.
“En los primeros cuatro meses de este año, 3.7 millones de personas murieron de hambre. Hay una pandemia de hambre”, dijo, por lo que al pedirle a Dios que detenga la pandemia de COVID-19, los creyentes no deben olvidar la “pandemia de guerra” de hambre “y tantos otros males que propagan la muerte.
“Que Dios pare esta tragedia, detenga esta pandemia”, rezó. “Que Dios se apiade de nosotros y también detenga otras pandemias horribles: el hambre, la guerra, los niños sin educación. Y pedimos esto como hermanos y hermanas, todos juntos. Que Dios nos bendiga y tenga misericordia de nosotros”.
Por Cindy Wooden