CIUDAD DEL VATICANO—Con América Latina convirtiéndose en el epicentro de la pandemia de coronavirus, los obispos bolivianos rechazaron acusaciones de favoritismo después de que celebraciones religiosas recibieran una exención a las restricciones de cuarentena.
Al mismo tiempo, una declaración emitida el 10 de junio por la Secretaría General de la Conferencia Episcopal Boliviana pidió a los obispos “no utilizar (la exención) hasta que la curva de contagio en Bolivia entre en fase descendente”.
“Preservar y proteger la vida de todos sigue siendo la prioridad principal de la Iglesia Católica”, dijo el comunicado.
La conferencia de obispos, dijo el anuncio, siempre ha recomendado que los sacerdotes y los fieles “eviten cualquier acción que pueda contribuir al contagio”.
Las autoridades gubernamentales emitieron una declaración que excluía “actos y ceremonias religiosas con un máximo del 30 por ciento de la capacidad donde se lleven a cabo”, mientras que el resto del país continúa en cuarentena.
Con un decreto firmado el 1 de junio por la presidenta interina Jeanine Añez, los católicos podrían participar en procesiones tradicionales de la fiesta del Corpus Christi el 10 de junio, un feriado nacional en Bolivia.
Muchas ciudades y pueblos patrocinan concursos para obtener las mejores decoraciones a lo largo de las rutas que tomarían las procesiones del Corpus Christi, señaló Fides, la agencia de noticias de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
Algunos legisladores criticaron la exención otorgada a las instituciones religiosas en un momento en que el número de casos y muertes de COVID-19 continúa aumentando. Hasta el 12 de junio, Bolivia ha reportado 16,165 casos y 533 muertes.
Según la agencia de noticias Reuters, expertos médicos dijeron que la cantidad limitada de pruebas en el país significaba que el número de casos probablemente era mucho mayor.
Al exhortar precaución realizando celebraciones religiosas, la conferencia de los obispos dijo que la exención no debilita la naturaleza secular del estado porque regula una práctica que afecta a “la gran mayoría del pueblo boliviano”.
“Un derecho humano, como la práctica de la religión, no se puede comparar con una actividad recreativa o de ocio”, dijeron los obispos. “Entendemos los problemas económicos de todo tipo que esta cuarentena crea para esos sectores; nosotros también sufrimos” económicamente esta situación, agregaron.
La conferencia de los obispos dijo que continuarían “analizando y reflexionando sobre la realidad del contagio” y escuchando a los expertos de salud para “tomar las decisiones correctas” por el bien de todos los bolivianos.
También instaron a los líderes políticos en el país a enfrentar la realidad de la pandemia y advirtieron que ciertas ideologías políticas “están cegadas por los intereses de poder e inducen a las personas a cometer errores y poner en riesgo su salud y sus vidas”.
“Que Dios nos ayude a dejar atrás intereses particulares o grupales y buscar, de manera coordinada, lo mejor para todos en este momento difícil para Bolivia y el mundo”, dijeron los obispos.
Por Junno Arocho Esteves