CIUDAD DEL VATICANO – Después de que un incendio desencadenó una explosión en Beirut, el papa Francisco pidió oraciones y un esfuerzo conjunto para ayudar al Líbano a superar “esta grave crisis”.
“Rezamos por las víctimas y por sus familiares; y rezamos por el Líbano, para que, con el compromiso de todos sus componentes sociales, y religiosos, pueda afrontar este momento tan trágico y doloroso y, con la ayuda de la comunidad internacional, superar la grave crisis que está atravesando”, dijo el papa el 5 de agosto al final de su audiencia general.
La mañana tras la explosión del 4 de agosto que sacudió el área portuaria de la ciudad, autoridades dijeron que al menos 100 personas han muerto, más de 4,000 resultaron heridas y más de 100 personas aún no se sabe dónde están. Los equipos de rescate continuaron buscando sobrevivientes bajo los escombros.
El presidente libanés, Michel Aoun, dijo que la explosión fue causada por miles de toneladas de nitrato de amonio acumulada en el almacén que se incendió.
Las ondas de la explosión aplastaron estructuras cercanas, rompieron vidrios y sacudieron edificios en toda la ciudad en el pequeño país mediterráneo ya devastado por el coronavirus y su peor crisis financiera desde la guerra civil de 1975-1990.
Un informe reciente del Programa Mundial de Alimentos de la ONU dijo que casi el 50% de los ciudadanos libaneses, junto con el 63% de los refugiados palestinos y el 75% de los refugiados sirios en el país, estaban preocupados de no poder encontrar suficiente comida.
Por Carol Glatz
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