Al comenzar nuevo puesto, obispo de Beaumont le tocó enfrentar huracán

Los residentes de Nueva Orleans llenan sacos de arena en la iglesia de St. Raymond el 25 de agosto de 2020, ya que se emitieron advertencias de huracán Laura para parte de Louisiana. (Foto CNS-Kathleen Flynn, Reuters)

WASHINGTON – Habiendo crecido en Luisiana, el obispo David L. Toups conoce algo de los huracanes. Sin embargo, nunca esperó que en menos de una semana después de su primera asignación como obispo, en la Diócesis de Beaumont, Texas, se tuviera que preparar para enfrentar un gran huracán.

El 26 de agosto, el Huracán Laura se había intensificado, convirtiéndose en un huracán de categoría 4 (capaz de causar gran destrucción) cerca de la frontera de Texas y Luisiana el 27 de agosto.

El obispo David L.Toups de la Diócesis de Beaumont, Texas, ora a lo largo del río Neches con el Santísimo Sacramento para interceder por todos aquellos en la línea de los dos inminentes huracanes que afectan la costa del Golfo el 24 de agosto de 2020. (Foto CNS-cortesía de Karen Gilman, Diócesis de Beaumont)

El obispo Toups, ordenado e instalado como el sexto obispo de la Diócesis de Beaumont el 21 de agosto, casi desde un principio comenzó a cerrar oficinas parroquiales debido a la tormenta, ayudando a otros a evacuar y haciendo planes para ayudar a la comunidad después del paso del huracán. En medio de este proceso, dijo “me subí a mi camioneta y bendije el Río Neches con el Santísimo Sacramento”.

El Río Neches en Beaumont, que bendijo el 26 de agosto, se considera una de varias áreas potencialmente problemáticas durante las marejadas ciclónicas.

“Este no es el comienzo que esperaba”, comentó el obispo Toups, de 49 años, con algo de humor el 26 de agosto en una entrevista con Catholic News Service. “Empiezas un nuevo trabajo y piensas, está bien, tomémonos nuestro tiempo, aprendamos nombres. Pero, ya sabes, Dios me ha preparado para esto, desde que crecí en el sur de Luisiana, crecí con huracanes”.

Cuando era seminarista, el obispo Toups dijo que ayudó a manejar un refugio de la Cruz Roja durante el Huracán Andrew en Miami. Y como rector de un seminario, también ayudó a otros a prepararse para tormentas grandes. Además, la Diócesis de Beaumont ya tenía un “maravilloso procedimiento de preparación de parroquias”, agregó, teniendo contratistas a llamado para ayudar después de las tormentas y un sistema para alistar zonas de descanso para ayudar a la comunidad después del paso del huracán.

El obispo ha preparado una “casa” improvisada en su nueva oficina en el segundo piso del centro pastoral de la diócesis, un “edificio sólido” en un terreno elevado. Un par de botas de goma están al pie de lo que parece ser una cama inflable en una foto que la diócesis publicó en su página de Facebook.

“Vea las botas al final de mi colchón de aire, ¡esperaba usar botas de cuero antes de usar botas de goma!” él indicó. “Con suerte, estas botas me permitirán navegar entre el centro pastoral y la Catedral Basílica”.

Incluso mientras continúa preparando la diócesis, contactando a sacerdotes y al personal religioso y laico que han tenido que evacuar, continuó rezando la Coronilla de la Divina Misericordia a las 3 p.m. (hora central), que es transmitida en vivo junto con las misas diarias a través de Facebook.

“Recordemos especialmente en nuestras oraciones a nuestros socorristas, trabajadores esenciales, y todos los demás que no han podido evacuar las áreas amenazadas”, dijo la diócesis en Facebook. “El obispo Toups también está pidiendo oraciones por nuestros medios de comunicación locales y nacionales que se encuentran en peligro para poder brindarnos información”.

Sobre permanecer en Beaumont en lugar de evacuar, el obispo Toups explicó en Facebook que lo hizo para “poder comunicarme más rápidamente con nuestras parroquias en el área de los 9 condados y dar a nuestros fieles un sentido de unidad entre ellos sabiendo que su pastor está aquí y disponible. Para que sepan que estoy aquí cada día orando por ellos”. Quería ofrecer esperanza y consuelo a quienes no pudieron evacuar debido a su trabajo esencial o por razones de salud.

“Quiero que el pueblo de Dios sepa que estoy aquí ofreciendo misa y rezando ante el Santísimo Sacramento, que estoy con ellos en medio de todo esto, especialmente después que pase la tormenta para poder estar allá afuera, simplemente poder estar presente “, expresó. “No hay mucho que pueda hacer, pero puedo estar con la gente y puedo guiarlos en oración, eso es lo que hace un obispo”.

La diócesis acepta donaciones para ayudar en su sitio web dioceseofbmt.org, pero el obispo dijo que también acepta oraciones.

“Bueno, si no pueden estar aquí (para ayudar), pueden orar”, expuso. Eso es lo que mejor hacemos, eso es lo que somos . . . Ciertamente sé que habrá mucho apoyo de parte de hermanos y hermanas de todo el país. Somos el cuerpo de Cristo y cuando un miembro del cuerpo sufre, todos sufrimos y todos nos ayudamos unos a otros, lo hemos experimentado antes como iglesia nacional. Cuando varias áreas están en peligro, acudimos en su ayuda”.

El obispo Toups comentó que se siente bendecido de estar allí para ayudar, especialmente porque los huracanes no son extraños para él.

“Gracias a Dios que envió un obispo a Beaumont que está familiarizado con esto”, agregó. “Quiero decir … de verdad es una bendición. Quiero decir si alguien estuviera aquí de Ohio y el primer día, si hubiera estado aquí, no sabría lo que está pasando (durante un huracán). Al menos el Señor ha preparado el camino para que mi corazón sepa a lo que nos enfrentamos”.

Por Rhina Guidos