BOGOTÁ, Colombia – La conferencia episcopal venezolana dijo que los planes del gobierno para elecciones parlamentarias en diciembre son “inmorales” y solo agravarían la crisis política y humanitaria del país.
En una declaración publicada el 15 de octubre, los obispos dijeron que sería injusto pedirles a los venezolanos ir a las urnas en un momento en que muchos apenas están ganando lo suficiente para sobrevivir día a día, son vulnerables al coronavirus, y además no existen “transparencia en las reglas y mecanismos de verificación que deben regir un proceso electoral”.
“El Ejecutivo Nacional ha demostrado su incapacidad para dar respuesta a los grandes problemas nacionales y sus actuaciones tienden a agravarlos”, escribieron los obispos. “A todas luces, aparece que su único objetivo es permanecer a toda costa en el poder, sin importar cuanto sufrimiento traiga eso al pueblo venezolano”.
El presidente Nicolás Maduro quiere que el país tenga sus elecciones legislativas el 6 de diciembre, pero la mayoría de los partidos de oposición en Venezuela han dicho que harían boicot a las elecciones, a causa del temor a que estén manipuladas por el Partido Socialista Unido de Maduro.
Las llamadas al boicot comenzaron este verano después de que que la corte suprema de Venezuela, controlada por el gobierno, dispersara las juntas de dos importantes partidos de oposición, retirando su capacidad de colocar candidatos de su elección en la papeleta. La corte dio a los políticos considerados como progubernamentales el derecho de utilizar los logos de esos partidos y colocar en su nombre candidatos en las papeletas.
Elecciones legislativas se llevaron a cabo en 2016 y fueron fácilmente conquistadas por la oposición, que ha controlado el parlamento venezolano o Asamblea Nacional desde entonces. Pero con los cambios impuestos por la corte suprema y el inminente boicot de la oposición, se espera que el partido de Maduro tome el control del congreso en diciembre.
La conferencia episcopal dijo que Maduro se ha convertido en un “líder de facto” cuya reelección en 2018 no es reconocida por docenas de países, incluyendo Estados Unidos.
Pero los obispos venezolanos también advirtieron que abstenerse de las elecciones no garantizaría el cambio en Venezuela, donde un gobierno cada vez más autoritario–y una economía en implosión–han forzado a más de 5 millones de personas a abandonar el país desde 2015.
“Los sectores de oposición se muestran divididos y sin presentar una alternativa verdadera de cambio”, dijeron los obispos. “Las diversas organizaciones civiles deben hacer esfuerzos en conjunto para restablecer los derechos democráticos de la nación. Para ello es necesario acompañar la protesta pacífica, cívica y social que hoy se extiende en todo el país, establecer una ruta clara para la transformación política, democrática y civil”.
Por Manuel Rueda