CIUDAD DEL VATICANO – La aprobación hace décadas de un rito zaireño del Misal Romano demostró que también es posible desarrollar un rito para la región amazónica, expresó el papa Francisco en el prefacio de un nuevo libro.
El rito zaireño, que es un ejemplo de inculturación litúrgica, “sugiere también un camino prometedor para la eventual elaboración de un rito amazónico, en el que se reconocen las necesidades culturales de un área específica del contexto africano sin distorsionar la naturaleza del Misal Romano como garantía de continuidad con la tradición antigua y universal de la iglesia”, escribió el Santo Padre.
Los comentarios del prelado aparecen en el prefacio de un nuevo libro, “El Papa Francisco y el Misal Romano para las Diócesis de Zaire: Un Rito Prometedor para Otras Culturas”. Este libro, actualmente solo en italiano, fue publicado el 9 de diciembre por la editorial del Vaticano. El periódico católico italiano, Avvenire, publicó el texto del papa el 1 de diciembre.
Editado por la hermana congoleña Rita Mboshu Kongo, teóloga y miembro de las Hijas de María Santísima, el libro está destinado a ayudar a los lectores a aprender más sobre los diferentes aspectos del rito de Zaire, que incorpora elementos de la cultura congoleña y refleja las necesidades de los católicos en la nación africana subsahariana — anteriormente llamada Zaire, ahora Congo.
El misal recibió la aprobación formal del Vaticano en 1988 después de un largo proceso de inculturación alentado por los obispos del país, San Pablo VI, y San Juan Pablo II. El trabajo sobre el rito había comenzado en 1961 y la Constitución del Concilio Vaticano II sobre la Sagrada Liturgia, adoptada en 1963, requería una adaptación litúrgica.
“Hasta ahora es el único rito inculturado de la iglesia latina aprobado después del Concilio Vaticano II”, escribió el Sumo Pontífice en el prefacio del libro.
El papa recordó la celebración de la misa según el rito de Zaire en la Basílica de San Pedro el 1 de diciembre de 2019, para conmemorar el 25 aniversario de la comunidad católica congoleña en Roma.
La liturgia hace el uso de tambores, ululaciones y danza, y tiene ligeros cambios en el orden del rito romano.
El papa escribió que la celebración “resuena” una cultura y una espiritualidad animadas por el canto religioso siguiendo el ritmo africano y representa “un verdadero progreso en el arraigo del mensaje cristiano en el alma congoleña”.
Es una celebración “alegre”, lo que significa que es “un verdadero lugar de encuentro con Jesús”, explicó, porque “con Cristo la alegría nace de nuevo, constantemente”.
“La liturgia debe tocar el corazón de los miembros de la iglesia local”, de una manera que “toque una fibra sensible” o sea sugerente o atractiva.
“El cristianismo no tiene simplemente una expresión cultural, sino que, permaneciendo completamente fiel a sí mismo, con esa fidelidad inquebrantable al anuncio del Evangelio y a la tradición de la iglesia, reflejará también los diferentes rostros de las culturas y pueblos en los que se lo recibe y echa raíces”, escribió.
Este es el proceso que siguieron los obispos congoleños en su deseo de orar a Dios, no con palabras tomadas de otros, sino con la transformación de sus propios elementos socioculturales, manifestó.
Varios grupos de trabajo en el Sínodo de los Obispos para la Amazonía en 2019 apoyaron la creación de un “Rito Amazónico”, que incorporaría símbolos y gestos familiares de los pueblos indígenas, manteniendo los elementos esenciales de la Eucaristía.
Por Carol Glatz