La legendaria carrera del fallecido Diego Armando Maradona demostró que no solo era un hábil jugador de fútbol, sino un verdadero artista cuya creatividad y atletismo alegraron a innumerables aficionados, dijo el papa Francisco.
“En el campo fue un poeta, un gran campeón que dio alegría a millones de personas tanto en Argentina como en Nápoles (Italia)”, dijo el papa en una entrevista publicada el 2 de enero en el diario deportivo italiano La Gazzetta dello Sport.
Maradona, de 60 años, murió en noviembre tras sufrir un infarto dos semanas después de someterse a una cirugía cerebral en Buenos Aires, Argentina.
El presidente argentino Alberto Fernández declaró tres días de duelo nacional, mientras que en Nápoles, miles de personas lloraron su muerte y depositaron ofrendas florales fuera del estadio donde jugó entre 1984 y 1991.
A pesar de una carrera marcada por altibajos, incluso la lucha contra el abuso de drogas, es más famoso por su infame gol, apodado “la mano de Dios”, durante el partido de cuartos de final de Argentina en la Copa Mundial de Fútbol de 1986.
Como capitán del equipo, Maradona condujo posteriormente a la selección argentina a la victoria en 1986, un evento que el papa recuerda con cariño que tuvo lugar mientras vivía en Alemania “estudiando el idioma e investigando material para mi tesis”.
Incapaz de ver la final, el papa dijo que se enteró de la victoria de Argentina sobre Alemania cuando un estudiante japonés escribió “Viva Argentina” (“Viva Argentina”) en la pizarra durante una lección de alemán.
“Personalmente, lo recuerdo como una victoria solitaria porque no tenía a nadie con quien compartir la alegría de aquella victoria atlética”, recordó. “La soledad te hace sentir solo mientras que lo que hace hermosa la alegría es poder compartirla”.
También recordó haber conocido a la leyenda del fútbol en el Vaticano en 2014 y la participación de Maradona en un juego benéfico para recaudar fondos para Scholas Occurentes, un proyecto educativo que el papa Francisco apoyó como arzobispo de Buenos Aires y que expandió como papa.
El papa dijo a La Gazzetta dello Sport que después de enterarse de la muerte de Maradona, “recé por él y envié a su familia un rosario con algunas palabras personales de consuelo”.
En vida, Maradona no se avergonzó de su afecto por el papa, a quien atribuyó el haberlo inspirado a volver a la fe después de muchos años.
“El papa Francisco es incluso más grande que Maradona”, dijo Maradona a periodistas en 2014, según la agencia de noticias Reuters. “Todos deberíamos imitar al papa Francisco. Si cada uno de nosotros le diera algo a alguien más, nadie en el mundo pasaría hambre.”
Por Junno Arocho Esteves
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