CIUDAD DEL VATICANO—Esta mañana el Papa Francisco ha sorprendido a los habitantes de la “Ciudadela Cielo” con una visita inesperada. Se trata de la estructura de la Comunidad “Nuevos Horizontes” situada en la localidad italiana Frosinone, a unos 100 km de la Ciudad del Vaticano, y que fue fundada en 1993 por Chiara Amirante.
Esta comunidad destaca por la hospitalidad y el apoyo que ofrece a personas necesitadas, a través de centros de escucha y apoyo a la vida, hogares familiares, lugares y laboratorios para la agregación y reintegración laboral. Es aquí donde desde hace años se curan las heridas del alma de aquellos que en algún momento de su existencia, por diversas razones, terminaron en el túnel de las drogas, la adicción, el juego, la prostitución y luego en el otro túnel, ese del descarte, exclusión social y rechazo, incluso por parte de la propia familia.
Durante su visita, el Papa ha escuchado la intervención de la Fundadora, Chiara Amirante, así como los testimonios de algunos jóvenes quienes, después de su encuentro con la fe cristiana gracias a la Comunidad Nuevos Horizontes, han cambiado de vida. Seguidamente ha tenido lugar el discurso del Pontífice, quien, hablando espontáneamente, ha expresado algunas reflexiones que le han florecido tras escuchar estas historias.
“Vuestras historias son historias de miradas, tantas miradas…y me han impactado” ha expresado Francisco a los jóvenes y ha continuado “ustedes con sus testimonios, me han hecho sentir la mirada del Señor, que es una mirada paciente”, pues El — ha puntualizado — “siempre tiene paciencia” y “te espera, siempre”. De hecho, ha dicho el Papa, es “el Señor de la paciencia”: “te espera y nunca hace fuerza para ir hacia delante, no, respeta…el Señor nunca, nunca, nunca nos enseña a renunciar a nuestro pasado, no, y esto es una gracia”.
Francisco también les ha expresado otra de las cosas que le han impactado: las voces: “Hasta el momento en que habéis escuchado LA voz, una voz especial que … es esa. Una voz que es como “un hilo de silencio sonoro”, como lo explica la Biblia: el profeta Elías escucha esto”. Y por último, ña tercera cosa que le ha impactado de las historias de los jóvenes: la lucha.
“Muchas luchas hasta la última, la lucha donde nos ganaron. Es la derrota más hermosa: esa derrota es hermosa, cuando uno puede decir: adelante, has ganado, ¡felicidades, ve!”. Y son estas, la voz, la mirada, la lucha final, las que describen nuestra historia con Jesús, ha dicho el Papa.
“También me ha impactado que todos ustedes han dado testimonio de Jesús”. Francisco, les explica que ellos no han hecho ningún curso de adoctrinamiento, uno de esos cursos que tanto aman los emprendedores del tipo “como ganar en la vida” o “como ganar amigos”, sino que ustedes — asegura — “han sido llamados, mirados, vencidos, acariciados: la caricia de Jesús”. Esto es — continúa — “la cercanía de Jesús” porque Él es siempre “cercano”, de hecho, es la cosa grande de nuestro Dios, que es “un Dios cercano”.
En este sentido, el Papa ha advertido que, si alguno de nosotros, después de la mirada, después de la llamada, después de la victoria de Jesús, aún le falta algo, significa que “aún debe sacar algo de su corazón” porque no tiene “el corazón plenamente abierto”.
También destaca la reflexión que ha hecho el Santo Padre sobre lo que él ha llamado “la lógica del ‘pero’”. Francisco ha asegurado que cuando las personas dicen: “si, esto sí, el Señor me ha dado tanto, he encontrado al Señor, pero…”, ese “pero” significa que algo “te falta”, porque cuando el Señor nos mira, nos habla, nos invita, nos gana, “el “pero” — ha dicho — se cae”. Es por ello que si queréis caminar en la lógica del “pero”, “aún — ha señalado — no habéis dejado entrar al Señor”.
A mitad de discurso, Francisco ha querido hablar de esa tendencia al pecado que aún “continúa”; esa tendencia al mal de la que ninguno de nosotros “se salva”. Pero frente a esta tendencia, el Papa explica que es únicamente cuando hemos soltado todo, cuando sabemos “que solamente en Él está la esperanza”. En este sentido, les pide “tener cuidado a la tentación”, porque nos sucede a todos, “incluso a mí”, dice, que en un cierto punto te encuentras con el deseo de la omnipotencia y “nos dejamos llevar por esos demonios, que son educados. Tengan cuidado”.
Por último, Francisco les ha dicho que cuando ha escuchado sus testimonios, se ha sentido delante de “un misterio”, “el misterio del encuentro de una persona con Jesús” y concluido hablando de la fecundidad, asegurando que el amor es “siempre fecundo”, ya sea espiritualmente, físicamente o humanamente y ha puntualizado que “la vida, si no es fecunda, no sirve”.
Antes de despedirse, destaca su agradecimiento porque la Comunidad, con su testimonio, también ha sembrado “algo en él”, ha concluido el Papa.
Eran alrededor de las 9.15 de la mañana cuando el Ford Focus azul con el Pontífice a bordo pasaba por la calle “Tommaso Landolfi”: pocas personas lo sabían, pero la voz corre a la velocidad de la luz y en poco tiempo había varios videos colgados en internet con las imágenes del Papa en Frosinone.
Mientras, muchas personas comienzan a acurrucarse frente a las puertas de la estructura con la esperanza de al menos poder saludar al Santo Padre. Las noticias oficiales llegarán más tarde, pero esta visita realizada un martes, da la sensación de un Viernes de la Misericordia. Además, el Papa no ha ido sólo; junto a él se encontraba el conocido cantante de ópera Andrea Bocelli.
La cercanía de Francisco a Nuevos Horizontes es fuerte y sólida. El pasado 8 de junio, con motivo del 25 aniversario de la Comunidad, el Papa telefoneó en vivo para felicitarles, también envió una carta y un video mensaje para expresar su afecto y aliento a las más de 3.000 personas reunidas para celebrar el evento en el pabellón de deportes de Frosinone, en la Solemnidad de Pentecostés. Durante esta llamada telefónica, destaca su saludó a todos los “Piccoli della Gioia”, nombre con el que se llama a los laicos consagrados que ponen sus vidas al servicio de la comunidad.
Por Mireia Bonilla