CIUDAD DEL VATICANO—Orando por las familias de todo el mundo que han sido restringidas a quedarse en sus hogares debido a la pandemia de COVID-19, el papa Francisco mencionó a víctimas de violencia doméstica.
“A veces hay violencia doméstica. Oremos para que las familias continúen en paz con creatividad y paciencia en esta cuarentena”, dijo el papa el 4 de mayo al comienzo de su misa en vivo desde la capilla de su residencia la Casa Santa Marta.
Pidió a las personas que rezaran por todas las familias que han estado encerradas en sus hogares y por aquellas que han estado encontrando formas de hacer cosas nuevas y creativas con sus hijos y otras personas.
En su homilía, el papa reflexionó sobre el problema de la división, particularmente la división causada por las personas que eligen su propia interpretación de la ley de Dios, y el deseo de Dios de la unidad y la redención para todos.
“Tenemos un solo Redentor, una sola unidad: Cristo murió por todos”, dijo el papa. Sin embargo, la gente puede sentirse tentada, como lo había sido san Pablo, a sentirse especial y elegida y, por lo tanto, etiquetar y distanciar a los demás, agregó.
“Esta es una enfermedad de la iglesia, una enfermedad que surge de las ideologías o de los partidos religiosos”, dijo.
Señalando las divisiones que sucedieron después del Concilio Vaticano Segundo, dijo que si bien es legítimo que las personas expresen lo que piensan, esto debe suceder “en la unidad de la iglesia, bajo el pastor Jesús”.
“Hay ideas, posiciones que crean división, hasta el punto de que la división es más importante que la unidad. Mi idea es más importante que el Espíritu Santo que nos guía”, dijo.
Un cardenal emérito a quien no nombró les dice a los católicos que la iglesia es como un río, “algunos están más de este lado, otros del otro, pero lo importante es que todos están dentro del río”.
“Esa es la unidad de la iglesia”, dijo el papa Francisco, “nadie fuera, todos dentro,” cada quien con sus “peculiaridades”.
“Esto no es dividir, no es ideología, es lícito” dijo, la iglesia tiene el ancho de río “porque el Señor lo quiere así”.
Este amplio abrazo es de lo que Jesús habla en la lectura del Evangelio del día, dijo el papa, cuando dijo: “También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas debo conducir: escucharán mi voz y habrá un solo rebaño, bajo un solo pastor”.
Jesús dio su vida por todos, dijo el papa, incluso por aquellos que hacen miserable la vida de las personas, incluso por delincuentes, “también por las personas que no creen en él o son de otras religiones. Murió por todos”.
Debido a que Jesús es el único pastor para todos, el Espíritu Santo encargó a san Pedro a que visitara las casas de los paganos y comiera con ellos, mientras que los apóstoles, en cambio, se escandalizaron.
“Que el Señor nos libere de esa psicología de la división, del dividir”, dijo el papa, “y nos ayude a ver esto de Jesús, esta gran cosa de Jesús, que en Él todos somos hermanos y Él es el pastor de todos”.
Por Carol Glatz