CIUDAD DEL VATICANO – En el período previo al aniversario 700 de la muerte de Dante Alighieri, que será el próximo año, el papa Francisco expresó que espera que la gente lea el trabajo del poeta italiano, especialmente la “Divina Comedia”, que todavía hace eco hoy.
“Dante, de hecho, nos invita una vez más a redescubrir el sentido perdido u ofuscado de nuestro viaje humano”, expuso el papa en una audiencia en el Vaticano el 10 de octubre con una delegación de la arquidiócesis italiana de Rávena-Cervia.
Nacido en Florencia en 1265, Dante jugó un papel esencial en la literatura italiana al escribir en lengua vernácula, no en latín, haciendo que la literatura sea más accesible para el público en general.
Su obra final fue la “Divina Comedia,” que ilustra un viaje alegórico a través del infierno, el purgatorio, y el cielo, y es considerada una de las obras maestras de la literatura mundial. Se completó mientras estaba exiliado en Rávena, donde murió el 13 de septiembre de 1321, día de la fiesta de la Exaltación de la Cruz.
En su discurso a la delegación visitante, el papa Francisco recordó cómo San Pablo VI, en 1965, donó una cruz de oro a Rávena para colocarla en la tumba de Dante y así conmemorar el aniversario 700 de su nacimiento.
“Esa misma cruz, con motivo de este centenario, volverá a brillar en el lugar que conserva los restos mortales del poeta. Que sea una invitación a la esperanza, esa esperanza de la que Dante es profeta”, declaró el Santo Padre.
El papa, que ha catalogado la “Divina Comedia” como una de sus obras de literatura favoritas, dijo que espera que las celebraciones del próximo año “nos estimulen a revisar su obra para que, conscientes de nuestra condición de exiliados, nos dejemos motivar hacia ese camino de conversión”.
El trabajo de Dante todavía resuena en la gente, especialmente cuando los estudiantes tienen la oportunidad de “acercarse a la poesía de Dante de una manera que les es accesible”.
“Esto sucede especialmente donde la fascinación de lo verdadero, lo bello, y lo bueno, en última instancia, la fascinación de Dios hace sentir su poderosa atracción”.
El prelado reiteró la invitación de San Pablo a “enriquecerse con su experiencia para atravesar los muchos bosques oscuros aún extendidos en nuestra tierra y completar felizmente nuestra peregrinación por la historia para llegar a la meta soñada y anhelada por todo hombre y mujer: ‘el amor que mueve el sol y todas las demás estrellas'”.
Por Carol Glatz