CIUDAD DEL VATICANO – La amistad social y la fraternidad son muy necesarias en el mundo de hoy, donde la prominencia de las ideologías y las pasiones cada vez más acaloradas continúan agitando los engranajes de la guerra, expresó el papa Francisco.
En un mensaje de video para los participantes de una conferencia sobre el ministerio pastoral en su Argentina natal el 3 de diciembre, el papa expresó su preocupación de que “debido al pecado, debido a las tendencias (humanas), siempre nos estamos moviendo hacia la enemistad, hacia la guerra” mientras olvidamos que “nuestra vocación es la de la armonía, la fraternidad, el ser hermanos y hermanas”.
“Tan solo miren cómo está el mundo: guerras por todas partes. Estamos viviendo una Tercera Guerra Mundial (peleada) en pequeños fragmentos. Esto no es amistad social. Miren a los muchos países donde no hay diálogo, solo gritos. Antes de que otra persona termine de decir lo que piensa, ya les estamos respondiendo sin haberlos escuchado”, manifestó.
La conferencia de un día, que formaba parte de la Jornada Anual del Ministerio de Pastoral Social, reflexionó sobre el tema “Hacia una cultura del encuentro, un país para todos: Fraternidad y amistad social”.
En su breve mensaje a los participantes, el Santo Padre dijo que la amistad social no es posible sin aprender a escuchar a los demás y tener “la presunción en mi corazón de que la otra persona tiene algo bueno que decirme”.
Las ideologías y las pasiones, que muchas veces buscan “eliminar al otro”, son los “dos grandes enemigos de la amistad social”, declaró.
El prelado dijo que si bien hay focos “de buenas amistades sociales en el mundo”, también hay “tanta enemistad social”, como lo ejemplifican los sufrimientos y tribulaciones de los que son marginados.
“Mencioné las guerras, pero miremos ciertas periferias. Miremos a los niños sin escuela, a las personas que tienen hambre, a las personas que no tienen atención médica, a la inmensa cantidad de personas que no tienen agua corriente, a las personas sin acceso a lo mínimo para vivir con dignidad “, explicó.
“No olvidemos los dos grandes enemigos: las ideologías que quieren apoderarse de la experiencia de un pueblo, y las pasiones, que siempre son como una aplanadora que va y destruye en lugar de dialogar”, comentó el papa.
Por Junno Arocho Esteves