El papa respalda resolución de la ONU pidiendo alto el fuego global

La gente en Medellín, Colombia, celebra la firma de un alto el fuego histórico entre el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en esta foto de archivo. (Foto de archivo del CNS-Fredy Builes, Reuters)

CIUDAD DEL VATICANO – El papa Francisco elogió la adopción por parte de las Naciones Unidas de una resolución global de alto el fuego en medio de la pandemia de coronavirus.

“La solicitud de un alto el fuego global e inmediato, que permitiría la paz y la seguridad necesarias para proporcionar la asistencia humanitaria necesaria, es encomiable”, dijo el papa el 5 de julio, después de rezar el Ángelus con los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.

“Deseo que tal decisión se implemente de forma efectiva y rápida por el bien de tantas personas que están sufriendo. Que esta resolución del Consejo de Seguridad pueda convertirse en un primer paso valiente para un futuro de paz”, dijo.

La resolución, que fue propuesta por primera vez a fines de marzo por el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, fue aprobada por unanimidad el 1 de julio por el Consejo de Seguridad de 15 miembros.

Según la ONU, el consejo exigió “un cese general e inmediato de las hostilidades en todas las situaciones” para permitir “la entrega segura, continua y sin obstáculos de ayuda vital”.

En su discurso del Ángelus, el papa reflexionó sobre la lectura del Evangelio dominical de San Mateo, en la que Jesús agradece a Dios por haber ocultado el misterio del reino de los cielos ” a sabios e inteligentes” pero que fueron revelados “a los pequeños”.

La referencia de Cristo a los sabios e inteligentes explicó el papa, se dijo “con un velo de ironía” porque aquellos que presumen ser sabios “tienen el corazón cerrado, muchas veces”.

“La verdadera sabiduría entra también en el corazón. Y si tú sabes muchas cosas pero tienes el corazón cerrado, tú no eres sabio”, dijo el papa.

Los “pequeños” a quienes Dios se ha revelado, agregó, son aquellos ” que se abren con confianza a su palabra de salvación, abren el corazón a la palabra de salvación, sienten la necesidad de Él y esperan todo de Él. El corazón abierto y confiado hacia el Señor”.

Por Junno Arocho Esteves